¡Esperanza morada! Niñas y jóvenes luchan por la causa feminista
Cada vez más niñas, adolescentes y jóvenes van interesándose sobre la causa feminista y reconociendo la necesidad de seguir luchando por sus derechos para dejar de tener miedo cada que salen a la calle.
Frida Morales Martínez es una de ellas, tiene 12 años y estudia el primero de secundaria. Gracias a su madre, a quien ha acompañado desde muy pequeña a las marchas por la defensa de las mujeres, entiende que el feminismo es la forma que ellas tienen de expresarse “y más en un momento como este en que no hay equidad de género”. “Hay muchos feminicidios y aparte aún hay muchos lugares donde no se da el salario igualitario a las mujeres”.
¿Desde cuando asiste Frida a las marchas del 8M?
Recuerda que desde que tiene memoria, cada 8 de marzo participa de las marchas en favor de los derechos de las mujeres o cualquier otra que tenga el mismo objetivo con su mamá y su hermanita de 10 años.
Frida Morales y su madre Sabina Martínez asisten a las marchas feministas | Foto: David Bello/
“Yo empecé a ir como a los 5 años, y yo veo que ahorita muchas veces a las mujeres no se les da el mismo trato o, por ejemplo, a las mujeres las matan solo por el simple hecho de ser mujeres, pero a los hombres son por otras razones”.
Frida dice que sueña con un lugar donde mujeres y hombres sean tratados por igual, donde no haya más asesinatos de mujeres ni feminicidios y pueda sentirse segura.
Las principales diferencias que ella observa sobre lo que no podían hacer las mujeres y lo que hacen ahora es el derecho al voto o a trabajar, y aunque hay países donde sigue siendo un pendiente, en México y el estado se ha ido avanzando. “Falta aún mucho, falta que haya respeto a las mujeres, que no haya acoso ni feminicidios”, dijo.
No debemos tener miedo de salir a la calle: Dafne
Dafne tiene 15 años y agrega que entiende el feminismo como la lucha de las mujeres para buscar el respeto a sus derechos porque el gobierno ha sido excluyente en ese sentido.
“No deberíamos sentirnos inseguras al salir a la calle, mientras nosotras podemos tener miedo de salir, un hombre puede salir y no le va a pasar nada o al menos no le va a suceder lo que nos sucede a nosotras”.
Sobre las marchas feminista opina que es bueno que se manifiesten, aunque no comparte la idea de destruir, porque con ello se afecta a terceras personas, y aunque para ellas no está mal, las personas no lo aprueban y generalizan y no son tomadas en serio.
“Tampoco se trata de quedarse calladas, pero podemos hacer marchas pacíficas, poner carteles, pero llegar a manchar monumentos o locales que no están relacionados con el gobierno, está técnicamente mal porque son daños que las mismas personas que trabajan ahí tienen que cubrir”.
Aunque Dafne y su amiga Natalia también de 15 años, coinciden en que ha habido muchos avances en los derechos de las mujeres hay cosas que se han ido agravando como la inseguridad de la que son víctimas y a la que están expuestas.
Señalan que ellas, a diferencia de sus amigos o hermanos, no pueden salir solas sin sentir miedo y todo el tiempo están alertas sobre las personas que los rodean.
Natalia señala que el feminismo es un movimiento que tiene como fin defender los derechos de las mujeres y acabar con las ideas erróneas que involucran el machismo.
“Hay personas que piensan que el feminismo va en contra de los hombres y no es así, en realidad es defendernos a nosotras y al final acabar con esas ideas que normalmente vienen de los hombres que no quiere decir que de las mujeres no vengan, pero la mayoría de las veces es de los hombres”.
Ella respalda las acciones que son mal vistas por algunas personas que incluyen pintas y destrozos pues asegura que se da ante la inacción de las autoridades y se han tenido que usar otras formas de llamar la atención, “pero también hay límites y creo que hay que encontrar el equilibrio, no está mal que lo hagan pero se debe tener respeto por las demás personas”.
Es una lucha por nosotras: Regina
Regina, de 20 años, estudiante de Diseño de la Comunicación Visual dice que el feminismo es una lucha que se ha venido gestando desde hace mucho tiempo y que trata que la mujer se libere del sistema patriarcal, “es una lucha por nosotras”.
“Yo pienso que las marchas están bien, siento que es un tema que hasta que el gobierno no acate se tiene que seguir haciendo para saber que el problema está ahí y que uno no se va a dejar”.
Como muchas jóvenes, dice que cuando sale tarde de clases tiene que estar alerta porque se siente en riesgo, lo que es difícil que le pase a un hombre.
Odette de 19 años, estudiante de Artes Visuales, sostiene que las marchas son necesarias porque las cosas no cambian si no se exige que cambien por lo que no pueden desistir.
“Yo no me siento segura cuando ando sola, por ejemplo, mi hermano se va con sus amigos o sale muy noche de la universidad y va muy tranquilo, pero yo si salgo muy tarde me vienen a recoger, tengo que asegurarme de siempre salir temprano, asegurarme de dónde salgo, mandar mi ubicación, mi familia muy pendiente de mí, no puedo hacer las cosas que hace mi hermano por el peligro que yo corro, pero él no”, agregó.