Para evitar que la retención de líquidos y evitar que se te hinchen los pies procura comer sin sal. También es importante que los zapatos no te aprieten Consejos para aliviar los pies cansados Tener los pies cansados es un problema que muchas personas padecen en su día a día, ya que nuestros pies deben soportar el peso del cuerpo durante todo el día. Por ello, debemos ser conscientes de su importancia y brindarles los cuidados necesarios para que estén relajados y descansen adecuadamente. Esto nos permitirá realizar actividades cotidianas al día siguiente. Conseguir el descanso ideal y el que necesitan nuestros pies, no se logra sólo despojándose de los zapatos. Para ello, hay que proporcionarles la debida atención y cuidado. En este artículo te damos algunos consejos que pueden ayudarte a aliviar los pies cansados, no sin antes ver las causas de este problema. ¿Qué puede causar la pesadez y cansancio de los pies? El cansancio y la pesadez que en repetidas ocasiones se siente en los pies, puede ser provocado por una gran cantidad de trastornos que producen este síntoma. Entre los más frecuentes se encuentran: Realizar esfuerzos. En muchas ocasiones sometemos nuestro cuerpo a la realización de esfuerzos físicos muy extenuantes. Sin embargo, muchas veces no nos percatamos de esto. Suele suceder cuando permanecemos mucho tiempo de pie o al hacer las labores del hogar, que no permiten realizar un adecuado descanso. También nos pasa al realizar ejercicio físico. Sentir cansancio en los pies es la manera que busca el organismo para hacernos entender que estamos maltratando nuestro cuerpo y que debemos poner un límite. Utilizar el calzado inadecuado. Para evitar el dolor en los pies causado por cansancio, es indispensable utilizar unos zapatos cómodo. Su altura no debe ser exagerada y tampoco deben tener la punta estrecha. Mala circulación. Cuando las personas sufren de mala circulación, es muy posible que padezcan frecuentes muestras de cansancio en los pies. Obesidad. Es normal que, cuando tenemos exceso de peso, sintamos los pies cansados, debido al peso extra que tienen sostener. Quizás te interese: ¿Por qué siempre nos olvidamos de la salud de los pies? Tratamientos naturales para los pies cansados Ahora bien, ¿cómo podemos ayudar a nuestros pies cansados a mejorar? Aquí te proponemos una serie de tratamientos naturales que te pueden ser muy útiles para lograrlo. Baño de pies con agua caliente Tras pasar un extenuante día de trabajo, es muy normal llegar a casa con los pies a punto de reventar de cansancio. Por ello, es una muy buena idea sumergirlos en un recipiente con agua caliente y sales de Epsom. Si lo deseamos, podemos añadirle unos cuantos pétalos de rosa o unas gotas de aceite de hierbabuena. Ésta puede llegar a ser muy efectiva para mejorar la mala circulación. Cuando el agua ya se enfríe, retiramos los pies y los secamos bien. Más tarde, podemos hacer un masaje con el mismo aceite que utilizamos para el baño o con una crema para suavizar la piel. Masajes Para relajar los pies cansados puede ser muy efectivo un buen masaje con una crema a base de miel, romero y aceite de hierbabuena. Estos tres ingredientes se mezclan muy bien y se aplican en los pies y las piernas haciendo movimientos circulares. Después de esto, colocamos unas medias y elevamos las piernas unos cuantos centímetros sobre un cojín. De esta manera, ayudaremos a nuestros pies a sentirse más descansados. Baños con agua de arroz En este caso, simplemente ponemos a hervir un poco de arroz en dos tazas de agua. Dejamos cocer hasta que el agua se reduzca a una taza, colamos y pasamos a una tina. Una vez hecho esto, dejamos reposar y agregamos tres cucharadas de polvo para hornear. Luego, sumergiremos los pies y los dejaremos allí hasta que el agua este fría. Finalmente, los secaremos bien y terminaremos dando un buen masaje con una crema a base de menta o con aceite de hierbabuena. Por otra parte, podemos poner en práctica un consejo muy útil todos los días, tras llegar a casa de trabajar. En este caso, colocaremos los pies en alto contra la pared o con la ayuda de una silla, por lo menos durante diez minutos Tras esto, haremos un masaje con una crema suavizante. Este masaje debe hacerse con movimientos circulares desde la punta de los pies hasta la parte alta de las piernas. También puedes leer: Cómo usar agua tibia y sal marina para la hinchazón de los pies Igualmente, podemos sumergir los pies durante veinte minutos cada noche en una infusión caliente a base de manzanilla y melisa. Esto puede ayudar a relajarlos y a hacer que se sientan mejor. Consejos para prevenir el cansancio de los pies Para evitar tener los pies cansados, podemos hacer uso no sólo de tratamientos naturales, sino también de una serie de consejos que te mostramos a continuación y que te pueden ayudar con ello: Caminar descalzos puede ayudar a nuestros pies cansados. En primer lugar, se recomienda caminar descalzo por lo menos durante media hora todos los días. Si lo podemos hacer en medio de la naturaleza, en el pasto o sobre la arena será mucho mejor. Usar zapatos que no queden muy ajustados, con el fin de evitar un problema de circulación. Además no deben tener un tacón demasiado alto. Debemos evitar igualmente aquellos que tienen la punta muy estrecha. La alimentación debe ser sana, evitando los alimentos muy salados, ya que esto puede provocar problemas de retención de líquidos en los pies, haciendo que estos se hinchen. Para ayudar frente a callosidades y durezas en los pies, se recomienda aplicar vaselina durante las noches, haciendo un suave masaje en la planta de los pies y, sobre todo, en el talón, ya que es la parte que se reseca con más facilidad. Es indispensable cubrir los pies con medias. Ejercitar los pies haciendo rotaciones de tobillos y moviendo objetos pequeños con los dedos. Hacer rodar una botella de vidrio con la planta de los pies sobre una toalla durante varios minutos. Recuerda Como se puede apreciar, el dolor o cansancio de los pies es bastante común, ya que son ellos quienes tienen que soportar todo el peso del cuerpo y, además, ayudarnos a movernos de un lado para el otro. No obstante, si tomamos conciencia y realizamos estos sencillos ejercicios, el problema se puede presentar con menos frecuencia. Es muy fácil seguir estos consejos para ayudar a mantener la salud de nuestros pies; pero, sobre todo, debemos procurar todos los cuidados necesarios para que estos importantes miembros no se vean afectados por el trajín diario.
Aunque la menopausia suele ocurrir como algo natural al llegar a cierta edad, también existe la posibilidad de que se presente antes, debido a una intervención quirúrgica. Sigue leyendo y te contamos más.
Menopausia quirúrgica: qué es y cuáles son sus consecuencias
La menopausia quirúrgica es un proceso que tiene lugar en las mujeres tras una intervención para extirpar los ovarios. Es similar a la menopausia natural, solo que ocurre en una edad aún fértil.
En consecuencia, se producen algunos cambios en el organismo, manifestándose diversos síntomas:
Sofocos.
Sudoración.
Irritabilidad.
Trastornos del sueño.
La menopausia es un proceso natural del organismo
La menopausia es un proceso por el cual atraviesa la mujer. El mismo tiene que ver con el cese de la producción de óvulos y una disminución progresiva de los niveles de hormonas sexuales.
La edad a la que inicia la menopausia puede variar de una persona a otra. En algunas mujeres comienza cerca de los 45 años y las etapas pueden prolongarse por un espacio de varios años.
Durante este periodo, se identifican tres fases:
Premenopausia: aparecen los primeros síntomas por la reducción de la actividad ovárica.
Menopausia: marcada por la desaparición definitiva de la menstruación.
Posmenopausia: afloran diversos síntomas, relacionados con la baja de los estrógenos.
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¿Qué es la menopausia quirúrgica?
A diferencia de la anterior, la menopausia quirúrgica, también llamada menopausia iatrogénica, no ocurre por causa natural. Puede suceder a cualquier edad, es decir, en mujeres que aún se encuentran con posibilidades de concebir.
Como su nombre lo da a entender, es consecuencia de una intervención quirúrgica realizada para extirpar los ovarios, denominada a su vez ooforectomía u ovariectomía bilateral. Esto puede requerirse por distintas razones:
Cáncer.
Endometriosis.
Abscesos en las trompas de Falopio o en los ovarios.
Sin embargo, si se realiza una operación para extirpar el útero, pero se dejan los ovarios (uno o ambos), la mujer tendrá una menopausia natural, a la edad que corresponda. Es decir, tras la histerectomía, dejará de menstruar, pero el funcionamiento ovárico permitirá que haya producción de estrógenos.
Es oportuno aclarar que, en ocasiones, se hace la ooforectomía bilateral junto con la histerectomía, como una medida profiláctica para prevenir el cáncer. O sea, se extirpan ovarios sanos. De acuerdo con las investigaciones, esto puede ocurrir entre un 40 % y un 55 % de los casos.
Anatomía del útero.
La histerectomía es la extirpación del útero. La ooforectomía es la extirpación de los ovarios. Ambas cirugías pueden practicarse en conjunto, si el médico lo indica.
Síntomas iniciales de la menopausia quirúrgica
Una vez ejecutada la ooforectomía, comienzan a manifestarse algunos síntomas. Y si bien son similares a los que ocurren cuando el proceso se da de manera natural con la edad, en la menopausia quirúrgica algunos aparecen desde el primer día después de la operación.
En este orden de ideas, entre los síntomas de la menopausia que pueden manifestarse de inmediato, se tienen los siguientes:
Mareos.
Depresión.
Irritabilidad.
Dolores de cabeza.
Sensación de sofoco.
Trastornos del sueño.
Ansiedad y nerviosismo.
Sudoración excesiva (hiperhidrosis).
Continúa leyendo ¿Cómo afrontar la ansiedad durante la menopausia?
Consecuencias de la menopausia quirúrgica
Paulatinamente, se van a presentar otras consecuencias por la menopausia quirúrgica, debido a que los niveles de estrógenos disminuyen. Y al igual que sucede en la natural, se incrementa el riesgo de desarrollar diversas patologías. Veamos cuáles.
Osteoporosis
Aunque los estrógenos, junto con la progesterona, son las principales hormonas sexuales femeninas, también se relacionan con otras funciones en el organismo. En este sentido, tienen un efecto sobre el sistema óseo.
Por tanto, cuando disminuyen sus niveles, los huesos se tornan más frágiles, incrementándose los riesgos de sufrir fracturas. De acuerdo con los estudios, hay otros factores que influyen en la aparición de la osteoporosis, tales como antecedentes familiares, consumo de calcio, actividad física, obesidad y tabaquismo.
Aumento del colesterol y riesgo cardiovascular
El estrógeno también guarda una estrecha relación con el colesterol. Así, cuando los niveles de esta hormona aumentan, disminuyen los de colesterol total y los de LDL (colesterol malo).
Según las investigaciones, con la menopausia quirúrgica aumenta el riesgo cardiovascular. Aparecen enfermedades como la aterosclerosis, así como se elevan las posibilidades de sufrir ictus e infarto de miocardio.
Disminución del deseo sexual
De acuerdo con los resultados de un estudio, en las mujeres con menopausia quirúrgica por ooforectomía bilateral, con o sin histerectomía, es mayor la prevalencia del trastorno de deseo sexual hipoactivo (TDSH).
Sequedad vaginal
Otra consecuencia debida a la disminución de los niveles estrógenos es que la vagina se lubrica menos. Incluso, cambia el pH, lo que también afecta la microbiota vaginal.
Otros cambios corporales
Además de lo antes mencionado, la baja de estrógenos modifica los niveles de colágeno y de elastina, haciendo que disminuya su producción. Por ende, la piel pierde humedad y brillo, apareciendo más arrugas. Asimismo, las uñas se tornan quebradizas y aumenta la posibilidad de desarrollar alopecia.
Trastornos afectivos y depresión
Debido a la menopausia, las mujeres desarrollan mayor propensión a sufrir trastornos del ánimo y diversos problemas psicológicos, lo que incluye depresión, ansiedad, irritabilidad, nerviosismo, pérdida de memoria y disminución de la concentración.
Tratamiento de la menopausia quirúrgica
Los trastornos antes mencionados pueden afectar de manera significativa la calidad de vida. Por ello, con miras a disminuir, evitar o prevenir tales síntomas y consecuencias, se aplican distintos tipos de tratamiento para la menopausia quirúrgica.
Sofocos en la menopausia quirúrgica.
Cuando los síntomas de la menopausia quirúrgica afectan la calidad de vida, se instauran tratamientos médicos. También cuando hay mayor riesgo de complicaciones a futuro.
Tratamiento hormonal sustitutivo (THS)
También llamado tratamiento de reemplazo de estrógeno, busca compensar lo que los ovarios producirían de manera normal. Se aplica de varias formas, ya sea con parches o por vía oral (comprimidos).
Estas hormonas de reemplazo ayudan a disminuir los síntomas, protegiendo de la osteoporosis y previniendo problemas cardiovasculares. Además, reducen la frecuencia e intensidad de los sofocos, la pérdida de colágeno y la sequedad vaginal.
No obstante, se considera que la THS conlleva ciertos riesgos. Al respecto, algunos estudios señalan que puede aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular, enfermedad tromboembólica venosa y cáncer de mama.
Otros tratamientos farmacológicos
Otros tratamientos, alternativos o complementarios al reemplazo hormonal, incluyen las siguientes opciones:
Suplementos de calcio y vitamina D: para prevenir la osteoporosis.
Antidepresivos y anticonvulsivos: para los sofocos y los cuadros de ansiedad.
Antihipertensivos: en caso de desarrollar hipertensión arterial.
Fitoterapia
El tratamiento con fitoterapia para la menopausia quirúrgica implica el uso de extractos de diversas especies de plantas, como cimicifuga, soja, trébol rojo, rusco, vid roja, hoja de olivo y ajo.
Pueden tener efecto antioxidante, cardioprotector y neuroprotector, ayudando a aliviar trastornos musculoesqueléticos, pérdida de memoria y sofocos. De acuerdo con los estudios, algunas plantas han demostrado eficacia para aliviar determinados síntomas.
Sin embargo, todavía se requiere mayor investigación al respecto.
Estilo de vida saludable
Por último, se recomienda llevar un estilo de vida saludable, con una dieta rica en calcio, realizando actividad física regular, procurando mantener un peso saludable, tomando sol con moderación (para mantener los niveles de vitamina D) y evitando el tabaco y el exceso de alcohol.
No estás sola en la menopausia quirúrgica
Afrontar las consecuencias de la menopausia quirúrgica puede ser algo complicado de sobrellevar para algunas mujeres, ya que se afecta su vida sexual y su salud. No obstante, el poder contar con ayuda es algo valioso en estas circunstancias.
En primer lugar, está la familia, la pareja y los amigos. Asimismo, debes saber que también existen grupos de apoyo, de personas que han pasado por la misma situación y que se reúnen para compartir sus experiencias.
Pero si sientes que estás atravesando una situación difícil, no dudes en acudir a terapia con un profesional de la salud mental. Y no olvides seguir al pie de la letra las recomendaciones del médico, así como asistir a los chequeos pautados.
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