Poesía para instantes de luz y oscuridad; 44 Feria Internacional del libro de Oaxaca
Aspiro a que la poesía sea nuestra compañera en esos instantes luminosos, pero también en aquellos momentos de oscuridad, como en la guerra, la migración forzada o lo que significa la dictadura”, dice a Excélsior la escritora chilena María José Ferrada (Chile, 1977), quien participa en la 44 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO).
Y aunque reconoce que a menudo los adultos tienden a proteger a los niños de todos los temas dolorosos, como la violencia generada por los adultos, “al final ellos tienen acceso a todo mediante la televisión, aunque no cuentan con el espacio para dolerse con el otro, ya que el lenguaje de la noticia es rápido. Sin embargo, la poesía, los libros y los dibujos pueden darle a niños y niñas un espacio para ese duelo con el otro y para que instalen las preguntas que no alcanzan a (formular) entre una noticia y otra”, aseveró.
Autora de libros para niños como El idioma secreto, Bajo el cerezo y La tristeza de las cosas, Ferrada considera que los libros para niños pueden ofrecer un espacio amable y sereno en el que pueden exponer y replantear sus dudas.
Y agregó: “Yo creo que, en ese dolor que el niño a veces siente, necesita una ventana, así que uno de los desafíos (a la hora de escribir) es no cerrar el horizonte en cuanto lo difícil que es el mundo, sino que también, como nos han enseñado los cuentos tradicionales, podemos soñar con encontrar con esa felicidad que nos permita hallar un sentido a nuestra existencia.
“Eso es lo que nos han enseñado los antiguos cuentos, que sin importar si somos el menor de la familia o si estemos perdidos –como los hermanos Hansel y Gretel–, si tenemos astucia, sentido del humor y confianza, vamos a poder encontrar una forma de ganarle un poco a la oscuridad, al poder y a lo que nos atemoriza. A mí me gustaría que los niños siguieran confiando en encontrar un sentido individual a la existencia, y si los cuentos pueden acompañarles en ese trayecto, me sentiré muy honrada”, expone.
Finalmente, Ferrada asegura que la poesía es algo que no sólo se encuentra en los libros, sino que “también está en el paisaje, en la voz de las personas que amamos, como lo ha sugerido en los talleres que ha dado en la FILO, es decir, la poesía está en todas partes, incluso en el canto de un grillo, en el rostro de la luna y en el sonido de la lluvia.
“Así que me parece que cuando un niño o una niña descubre que la poesía puede ayudarle a poner atención en todas esas cosas, la vida es un poco más dulce, fácil y simple. Creo que la poesía puede ser una buena amiga de niños y niñas en ese descubrimiento de la belleza que tenemos y que nos corresponde por el hecho de habitar este planeta por un tiempo tan fugaz”, concluyó la autora que ha sido galardonada con el Premio Iberoamericano Cervantes Chico, el Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil y el Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños.