¿Por qué es importante meditar antes de acostarnos?
Dedicar un rato a meditar antes de ir a la cama te puede ayudar a dormir, mantener a raya el estrés y mejorar tu humor. ¿Por qué no lo pruebas?
¿Por qué es importante meditar antes de acostarnos?
¿Que hacemos cada noche en las dos horas previas a acostarnos? Cenar, ver la tele, conectarnos a internet, mirar los mensajes en el móvil; estas son las respuestas más comunes. Son muy pocos los que optan por meditar, un hábito muy saludable que esconde múltiples beneficios para la salud física y mental.
Descubre a continuación por qué nos conviene dedicar un rato cada noche a meditar. Cuando lo pruebes, ¡de seguro se vuelve una costumbre muy sana en tu vida!
¿Qué es meditar?
qué es meditar.
La meditación es una práctica mediante la cual se intenta tomar el control sobre uno mismo, silenciar la mente y lograr otro estado de conciencia. Hay muchas escuelas esotéricas que se refieren a esta práctica y proponen diferentes modos de lograrla.
En las siguientes líneas, la explicaremos para aquellas personas que no la conocen, pero a las que les gustaría empezar a introducirse en ella. Como en cualquier otra actividad, se necesita práctica, paciencia y constancia para lograr resultados.
Silencio y oscuridad
Silencio y oscuridad
La clave fundamental para empezar a meditar es conseguir un espacio oscuro y silencioso. Lo que para algunas personas es algo fácil de lograr, para la mayoría es una tarea casi imposible: la vida en la ciudad, el resto de la familia, los vecinos, la calle, etc. Siempre aparecen obstáculos cuando nos proponemos empezar a meditar.
A veces no nos damos cuenta de que nunca estamos en silencio hasta que lo intentamos, ya que hay muchos ruidos habituales que nos suelen pasar desapercibidos. Por este motivo, deberemos buscar el lugar más silencioso de la casa, o bien optar por unos buenos tapones para los oídos.
La mente en blanco
Muchas veces hemos oído hablar de la importancia de saber dejar la mente en blanco, pero ¿sabemos lo difícil que es en realidad? Durante todas las horas que permanecemos despiertos —y, a menudo, cuando estamos dormidos— la mente no para de trabajar, dándole vueltas a las cosas que hemos hecho o nos han quedado por hacer, a lo que vamos a hacer mañana, a los disgustos que hemos tenido, etc.
Cuando logremos silenciar la mente durante un rato cada día, podremos empezar a notar algunos beneficios:
Dormiremos y descansaremos mejor por la noche, como indica un estudio de 12 meses de duración publicado por Explore. Como consecuencia de ello, nos despertaremos con más energía y de mejor humor.
Reduciremos los trastornos del sistema nervioso, como el estrés, la ansiedad o la depresión, de acuerdo con un estudio publicado en Clinical Practice and Epidemiology in Mental Health.
Estaremos más concentrados y tendremos una mejor capacidad de memoria, según una investigación publicada por Consciousness and Cognition.
Podremos tomar mejores decisiones, casi como un resultado global de todo lo anterior.
Además de las consecuencias positivas anteriores, según una publicación del sitio especializado WebMD, meditar también contribuye a mejorar la circulación sanguínea. De este modo, se reduce considerablemente el riesgo cardiovascular.
Te puede interesar: 10 consejos para despejar tu mente
Técnicas para comenzar a meditar
Técnicas de meditación
Para empezar a aprender a dejar la mente en blanco, podemos seguir diferentes técnicas. Una vez que estemos en el lugar oscuro y silencioso, podremos optar por uno de estos tres ejercicios:
Tomar conciencia de la respiración
La respiración es una herramienta maravillosa para empezar a trabajar la meditación y, de paso, mejorar la salud. Por desgracia, la mayoría de nosotros nos olvidamos de respirar con toda la capacidad de la que disponemos; más bien hacemos una respiración superficial y rápida.
El simple acto de respirar con lentitud y tranquilidad, pendientes únicamente de la inspiración y la espiración, sintiendo el movimiento del vientre, el diafragma y el pecho, es un excelente ejercicio de meditación.
Concentrarse en una vela
Aunque estaremos a oscuras, podemos usar una vela como punto de concentración. Evitaremos cualquier tipo de pensamiento mientras miramos la vela de manera directa y observamos todos sus detalles: la llama, el movimiento, el perfil, el sonido, la luz que desprende…
Visualizar el cuerpo
Esta meditación la realizaremos tumbados o sentados con comodidad. Cerraremos los ojos e iremos visualizando el propio cuerpo, a la vez que vamos concentrándonos en relajar cada parte en la que pensamos.
Empezaremos por los pies y terminaremos en la cabeza. Lo haremos con el máximo detalle posible, incluyendo, si lo deseamos, los órganos internos.
Meditar es un proceso, tómate tu tiempo
Las primeras veces podrías notar cierta dificultad para hacer estos ejercicios que parecen sencillos. Es posible que te desconcentres con facilidad y aparezcan todo tipo de pensamientos. No pierdas la esperanza y ten constancia.
Recuerda que, haciéndolo un rato cada día antes de acostarte, lograrás concentrarte de manera progresiva y obtendrás todos los beneficios que hemos citado. ¡Te sorprenderá lo bien que te hará sentir!
Publicidad