Shlomo Mintz: atrapar la sabiduría del sonido
La música sí puede combatir una guerra, pero de una manera sutil”, afirma Shlomo Mintz (1957), uno de los violinistas más reputados de nuestro tiempo, apreciado por su técnica y su musicalidad, quien se presentará el domingo 15 de enero, en la Sala Nezahualcóyotl de la UNAM, dentro de la primera temporada 2023 de la Filarmónica de la UNAM (OFUNAM), bajo la batuta de Sylvain Gasançon.
Y lo creo así porque existe una mejor comunicación a través de la música que nos puede transmitir el estado de ánimo de una persona. Considero que la música es un espejo de nuestra sociedad, así que debemos tener la valentía de mirar ese espejo y ver qué es lo que podemos reparar”, dice a Excélsior Mintz, quien interpretará el Concierto para violín en re mayor, Op. 61, de Beethoven.
Esta obra (de Beethoven) es una mezcla global de belleza que, en cierta manera, es una pieza inusual que representa drama y fortaleza y que está vinculada no sólo conmigo, sino con el público, cuando es interpretada con la orquesta”, abunda. “Para mí, Beethoven es un indicador de cómo uno debe contribuir a la historia para vivir mejor y, en lo personal, me muestra la belleza que existe en este tipo de música”.
¿Por qué el sonido de este compositor pareciera no envejecer?, se le pregunta. “Esta música, como también lo es la de J.S. Bach, nunca envejece porque tiene la habilidad de ser global y puede ser magistralmente interpretada tal cual como se hacía hace 300 años. Esto la hace especial, es decir, entre la combinación, la interpretación y la sincronización, por no mencionar la filosofía que hay detrás de ella, que la hace permanecer vigente como lo hizo muchos años atrás.
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Para mí, este concierto de Beethoven es una muestra de sincronización y de cómo comunicar no sólo las notas musicales, sino lo que hay entre esas notas: una filosofía y un pensamiento profundos que deben ser transmitidos al público mundial para apreciar y descubrir su sabiduría e inteligencia”, explica.
Shlomo Mintz, quien cuenta con más de 50 grabaciones de Bach, Beethoven, Paganini, Bartók y Prokófiev, también habla sobre la relación entre él y su instrumento.
Es sabido que el violín es el instrumento más cercano a nuestra voz. La única diferencia es que esa voz está dentro de la persona y el violín está integrado de manera cercana a una persona, como si fuera una filosofía. En lo personal, me gusta integrar el violín a mi personalidad porque es la manera más fuerte que tengo para comunicarme con la gente”.
¿Existe la perfección al interpretar la música? “Sí, considero que es una manera de dimensionar tu estado y que es un privilegio especial para un artista. Creo que la interpretación perfecta sí existe, así que nunca desisto de realizar una interpretación perfecta, la cual pueda entregar a mi público”.
El también director de orquesta habla sobre música y tecnología.
Esos grandes avances de la tecnología permiten hoy en día escuchar y adquirir música en Amazon, a través de sus audífonos. Eso es algo extraordinario, pero lo es mucho más el comprender e interpretar el mensaje que el compositor quiere darnos a través del intérprete para hacernos mejores personas y que esto lo podamos transmitir a quienes nos rodean.
Así que debemos continuar transmitiendo música a toda la sociedad, en especial la de concierto, y debemos ir perfeccionando nuestro oído para poder distinguir bien lo que estamos escuchando. Creo que aún no llegamos a toda la gente que quisiéramos, pero esta música puede cambiar el humor de las personas para bien”, apunta.
Mintz recuerda que ha visitado México en varias ocasiones y asegura que es un país al que le tiene cariño especial.
Disfruto mucho visitar México, principalmente por el colorido y la gente de tu país. Es un país maravilloso, con una mezcla de culturas extraordinarias, con diferentes filosofías y estilos de vida. Me gustan sus edificios, su música, su gente. México es como un arcoíris que no puedes dejar de admirar”.
Nacido en Moscú, en 1957, Mintz emigró a Israel dos años después con su familia, donde estudió con la renombrada Ilona Feher.
A los 11 hizo su debut en un concierto con la Filarmónica de Israel y a los 16 debutó en el Carnegie Hall, bajo la tutela de Isaac Stern. Desde entonces ha tocado con figuras como Sergiu Celibidache, Pablo Casals, Claudio Abbado y Rostropovich, y ha ganado los más prestigiosos premios de todo el mundo.
Violines que llenan de esperanza
Shlomo Mintz también habla sobre el proyecto Violins of hope (Violines de la esperanza), el cual ha recuperado y restaurado más de 60 instrumentos del Holocausto —con ayuda del laudero Amnon Weinstein—, ideado para difundir la paz a través de la música.
Este programa se mantiene vigente y para mí es un privilegio el implementarlo, aunque es indispensable tener la disciplina de que los violines estén físicamente, así como el dar a conocer sus historias”, explica.
Además, considera que, en el futuro, este concepto podría retornar a México, con apoyo de la embajada alemana.
Finalmente, explica que en cada uno de esos instrumentos recuperados hay muchas historias.
Sería injusto contarte una, ya que los instrumentos recuerdan historias sobre esos músicos que murieron en un campo de concentración.
Pero quiero mencionar la historia de Partizan, un niño de 14 años muerto entonces, quien transmite el sonido de su espíritu con su violín. Todos los violines transmiten profundas y conmovedoras historias de mucha gente y eso es maravilloso”, concluye.
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